Con derrota, fractura y tres títulos mundiales, Mijares se despidió. Gracias por todo.

Satisfecho, cómo no, después de conquistar tres campeonatos del mundo (CMB, AMB y FIB) en el peso supermosca.

Triste, sí, porque la última presentación no resultó como le hubiera gustado. Miren que perder y por nocaut ante su afición, a nadie le gusta.

Dolido, por la derrota y la operación… Pero feliz y agradecido con la afición.

Así se va Cristian Mijares del boxeo.

El pasado sábado 16 fue su último ascenso al ring como boxeador profesional. Enfrentó al puertorriqueño y excampeón del mundo Wilfredo “Papito” Vázquez. Tras recibir un cruzado de derecha del más pesado boricua, Mijares cayó noqueado en tres capítulos.

Horas después, el domingo por la noche, se sometió al bisturí para reparar la fractura de nariz que le ocasionó esa fallida despedida.

«Ya estamos con nariz de artista… jajajaja», bromeó ante el reportero de El Siglo de Durango que lo entrevistó en el hospital.

Y ahí lo tenía: con los ojos morados por la cirugía, pero riendo; con la decepción de la derrota, pero bromeando.

Vázquez terminó con una racha de 10 victorias seguidas; no perdía desde 2014, cuando disputó el trono mundial supergallo a Leo Santa Cruz.

En apenas 2 de sus 9 derrotas fue declarado fuera de combate. La primera fue en 2008, cuando enfrentó al siempre temido armenio Vic Darchinyan, que se impuso en 9 episodios. El lagunero deja marca de 59 victorias, 9 derrotas y 2 empates.

“Diamante” Mijares, gracias por tu entrega en 20 años de boxeador profesional.

  • En la cámara, El Siglo de Durango
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