GGG ignoró ultimátum, pero habrá desempate con Canelo el 15/9; ¡primer round para Gennady!
Después de jugarle al “policía chino” algunas semanas, este miércoles 13 (¡trece, de mala suerte!) se anunció que se finiquitaron los (millonarios) detalles y hay humo blanco para que la pelea de desempate entre el campeón de peso medio (AMB y CMB), Gennady Golovkin y Saúl “Canelo” Álvarez se efectúe el próximo 15 de septiembre, unas semanas después de que se haya cumplido la suspensión por doping del mexicano.
El dueño de la empresa Golden Boy Promotions, Óscar de la Hoya, echó mano de las infantiles amenazas de que “GGG está decartado” o “ya buscamos otros retador” con el fin de desinflar las pretensiones económicas del equipo del kasajo, que pedían repartir 50-50% las ganancias, considerando que Gennady es el campeón del mundo.
A través de las redes sociales, De la Hoya anunció: “Feliz de informar que sí tenemos pelea. Septiembre 15”, para rematar con “#CaneloGGG2”.
En el jaloneo clásico del promotor que cuando le toca pagar ofrece canicas y cuando le toca cobrar pide las perlas de la virgen, De la Hoya rechazaba que Golovkin mereciera siquiera el 45% de las ganancias, pero al final cupo la cordura y la ambición, ya que con ningún otro rival, ni “Canelo” ni Golovkin hubieran podido repartirse la increíble millonada que les tocará.
La última oferta que se pudo conocer de De la Hoya rondaba en 57.5% para Álvarez y el restante 42.5% para Golovkin, acompañada del ultimátum de que si no respondía al mediodía tiempo de Los Ángeles, California, se despidieran del enfrentamiento.
GGG ignoró el intimidatorio plazo. Y a las dos de la tarde se hizo el anuncio, lo que significa que la repartición de millones está entre el 45-50 o el 50-50 y representa que Golovkin ganó el primer round al equipo del suspendido mexicano.
Originalmente, la contienda estaba programada para el 5 de mayo pasado, en Las Vegas. El mexicano, sin embargo, abusó de la carne de cerdo (clembuterol) y se vio obligado a someterse a un antidoping «voluntario», que arrojó los resultados positivos que le costó la suspensión de parte de la Comisión Atlética de Nevada.
Lo más probable es que el encuentro tenga como sede la T-Mobile Arena de Las Vegas, Nevada.
