GGG noqueó, pero ante Canelo no tiene oportunidad; sólo cobrará su jubilación
El peleador kasajo Gennady Golovkin se recuperó de un inicio flojo y cerró a tambor batiente hasta que obligó a la esquina japonesa a aventar la toalla, decretando así la derrota del local Kyota Murata (16-2-0, 13 KO) por nocaut técnico en 9 rounds; con el triunfo GGG conservó su cetro de peso medio IBF y conquistó la versión de la WBA.
A sus 40 años, GGG (41-1-1, 36 KO) demostró que oficio y poder le sobran, pero también dejó claro que no cuenta con las piernas suficientes para aspirar a una victoria ante el mexicano Saúl «Canelo» Álvarez, con quien se dice que completará la trilogía en septiembre venidero.
Y menos, cuando esa tercera pelea con Álvarez se debe realizar en peso supermedio, 8 libras por encima de lo que marcaron en sus pasados empate y triunfo del mexicano que está convertido en la figura del momento en el mundo de los encordados.
Los primeros asaltos disputados sobre el ring de la Super Arena de Saitama, Japón, fueron dominados plenamente por el de casa, pero conforme calentó, Golovkin, las piernas de Murata mostraron que no es un jovencito y el de Kasajistán tomó el control.
En el asalto definitorio, Murata recibió un cruzado de derecha y fue a la lona de rodillas. En visibles malas condiciones, lo mejor que le pudo pasar fue que desde su esquina voló la toalla en señal de rendición.
GGG exhibió poder, pero también carencias. Cumplió con el requisito para un tercer millonario encuentro con Canelo, pero está visto que los millones que reciba serán su finiquito en este deporte.
Al final, en un acto que lo enaltece, Golovkin se acercó al desconsolado japonés, le puso en obsequio su bata y le levantó la mano.
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