#CaneloGGG3: Nadie puede vencer al Padre Tiempo y a la Madre Naturaleza…

Con motivo de la llegada de Saúl Canelo Álvarez a Las Vegas para sostener su tercer encuentro con el ahora muy veterano Gennady Golovkin, En Está Esquina..! abre espacio a una parte del análisis que el colega inglés James Blear hace de la pelea que paralizará al mundo la noche del próximo sábado.

El texto nos ayuda a entender por qué se esperaron tantos años para completar la trilogía. Nos deja claro que como mánager, Eddy Reynoso es extraordinario. Ha llevado al tapatío por el sinuoso camino del brinco de divisiones. Cuatro títulos en igual número de divisiones, de superwelter a semicompleto y siempre con la garantía de la victoria… bueno, no siempre. El único error de cálculo fue frente al ruso Dimitry Bivol.

Eddy ha quedado muy bien, pero en ese extremo cuidado a la carrera, al que se le niega reconocimiento es a «Canelo». Lo señalan de evitar a los muy buenos, a los jóvenes, a los de gran pegada…
En fin…

A continuación, el estracto del texto que publicó James Blear en el sitio WBC Boxing:

Nadie puede vencer al Padre Tiempo y a la Madre Naturaleza. Gennady está mostrando signos inconfundibles de envejecimiento. En 2019 tuvo que esforzarse mucho para derrotar a Sergiy Derevyanchenko, aunque fuera por UD. Una combinación de seis golpes concluyó con un derechazo, derribó brevemente a Sergiy en el primero y un gancho de izquierda le abrió el ojo derecho en el segundo. Pero sumergiéndose en la fuente de la juventud, menos profunda pero más efervescente, se defendió con tenacidad. Los golpes al cuerpo lastimaron a Gennady y fue conectado una y otra vez.

Gennady es un peleador de pie delantero. No se ve bien ni se mueve bien, siendo forzado a retroceder. A diferencia de su carrera anterior, tuvo que capear una cascada de golpes para conectar los suyos, que eran más pesados, pero había que pagar un precio al infligirles.

Gennady siempre ha tenido un mentón de hierro, pero nunca antes se puso a prueba tanto y los constantes golpes al cuerpo dejaron su marca severa. Él estaba sufriendo y ese tipo de intercambio de diatribas tiene sus consecuencias inevitables.

Los signos de deterioro fueron aún más evidentes en su pelea más reciente en Japón contra el campeón de peso mediano de la AMB, Ryota Murata, en abril de este año. Las primeras cinco rondas estuvieron al borde de una pesadilla para el campeón de la FIB, Gennady. Sus precisos jabs de izquierda fueron contrarrestados por un ataque al cuerpo abrasador y visiblemente hiriente de Ryota, quien también estaba conectando derechazos a la cabeza.

Hoy en día, Gennady es más lento, aunque sigue siendo de mano dura y preciso, y ya no puede mantener su ataque. Entre ráfagas, toma un respiro y es mucho más fácil de golpear. El zap permanece, pero el zip ya no está en las piernas, como antes.

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